Inventario de un universo fotográfico
Ensayo en torno a la obra fotográfica de Leonor Basalo
Texto realizado por Patricia Martínez Lugo
Para referirnos a la obra de un autor no es necesario conocer cada uno de sus aspectos biográficos, la vida y la obra pueden ir cada una por su lado, pero sucede que este no es el caso de Leonor Basalo, caraqueña nacida en 1957, es hija de un emigrante judío y una venezolana. Basalo destaca como fotógrafa, docente e investigadora visual, a partir de 1980 ha participado en distintos salones a nivel nacional e internacional, obteniendo múltiples reconocimientos.
A continuación analizaremos una selección fotográfica de esta fotógrafa:
Visiones mediáticas
“Visiones mediáticas” es una serie fotográfica comformada por cuatro (4) imágenes realizadas en distintos formatos (analógico o digital). Esta obra conceptualiza símbolos de lo mediático enmarcados bajo una tendencia feminista.
La primera imagen es el retrato de una muerte fingida, se trata de una foto a blanco y negro, su formato original es el analógico y revelada con procesos químicos en laboratorio, esto confirma que la idea o conceptualización de la imagen tenía por objetivo conseguir ese efecto de imagen movida ¿quién dicta que la muerte tiene que ser nítida y en alta definición? Los medios han tratado de vendernos una muerte que se caracteriza por un voyerismo crónico, alrededor del muerto suele formarse un corredor de mirones, gente que nada tiene que hacer ahí, pero además nos muestran imagenes cargas de sagre y violencia al mejor estilo del cine tarantinesco. En éste caso, es todo lo contrario y en lugar de mostrar el cuerpo, esta muerte se centra en el rostro inexpresivo de la mujer, la diferencia entre la muerte y el sueño son esas flores, popularmente, se conoce que los únicos que duermen entre flores son los muertos.
La segunda imagen corresponde a una carretera después de un aguacero, lo primero que vemos es el aviso de puente angosto, la señalética en amarillo resalta en medio esos tonos grises propios de un día de lluvia, para los barthesianos el punctum de esta imagen sería la señal de tránsito que punza al espectado en un primer vistazo, al recorrer la imagen apenas notamos a un grupo de personas que urante la lluvia estuvieron resguardados bajo el techo de una bodega. El puente aparece dos veces: lo vemos por primera vez representado en la señalética, pero a la izquierda vemos la estructura del puente, que es también el camino que toma el hombre con su bicicleta, con la representativida estamos ante un tema planteado por René Magritte en su célebre obra «Esto no es una pipa», vale la pena que nos preguntemos qué es un puente y qué no lo es. A nivel cultural y cartográfico los puentes son muy importantes, comunican a determinada población con otro lugar, también sirven para acortan las distancias.
La tercera imagen corresponde a la representación de la tierra, el círculo juega un papel fundamental y relaciona con lo cosmogónico. En la imagen todo es un símbolo, los zapatos indican desplazamiento que a la vez nos revela el recorrido cíclico del as estaciones del año, que a su vez marca el paso del tiempo, los zapatos también nos dan información acerca del status social. Esta foto tiene un orden, cada cosa se encuentra en su lugar, como sería en la naturaleza, no hay caos en esta imagen. Lo femenino representa la vida en la tierra.
La cuarta imagen corresponde al grito de Marcel Marceau, es una fotografía hecha a uno de esos televisores viejos, que entraron en desuso a partir de la televisión de señal digital. Con solo ver la imagen granulada sabemos tenemos enfrente un televisor, la imagen captura ese instante donde Marceau está lanzando un grito mudo, pero que tiene toda la fuerza de su expresión en la cara. Esta es una foto mediática, porque el mensaje que coloca sobre la mesa es que a través de los medios de comunicación podemos disfrutar de una presentación de Marcel Marceau desde la comodidad de nuestra casa, tal como si estuviéramos en primera fila.
¿A qué juega la realidad?
La siguiente serie está compuesta por dos (2) fotos, la serie tiene por nombre “El instante”. Cuando se trata de una foto de Leonor Basalo, se puede decir que todo está muy bien calculado, estamos ante un juego demostrativo de la realidad, se trata de la relación de frente y espalda. Aquí es importante la puesta en escena, porque se tiene previsto el momento en que el mesero se voltea. Es difícil percibir que lo que está detrás del mesero es un espejo, la pista nos la pueden dar los banderines, sin embargo la foto está planteada precisamente para que pensemos que no hay ningún espejo y que lo que se encuentra detrás del mesero es un arco.
La casita de bahareque
Esta imagen tiene una historia muy interesante y también tiene un recorrido itinerante que la hacen muy especial, primero fue parte de una exposición de la Fundación Fotógrafos D76 que se presentó en la Universidad de Carabobo. Esta foto fue hecha en el llano de Apure en el año 2010, desde entonces esta casita de bahareque no solo ha rodado a nivel nacional, en el año 2013, fue seleccionada por la XII edición de IILA – Fotografía “La ausencia y la fotografía” (Festival Internazionale di Roma) para ser expuesta en Roma del 4 de octubre – 8 de diciembre de 2013.
Esta es una imagen que dignifica la casa de bahareque, porque el piso podrá ser de tierra, pero no por eso deja de estar sumamente pulcro. Esta es una foto que habla del llano y su gente, pero sin necesidad de mostrar los rostros de quienes allí viven. La presencia humana la vemos en los objetos de la casa, que nos dan información suficiente para saber cómo viven, que comen. En la mesa de madera reconocemos los frascos de suero. En la sombra a buen resguardo del sol vemos a dos perros, animales como los perros y los gatos cumplen una función bastante significativa en lugares tan rurales como este, el perro hace compañía y el gato espanta las serpientes. La imagen tiene otros elementos importantes como la luz natural,en estas comunidades no llega la luz eléctrica, allí dependen de la luz del sol y tienen que aprovecharla al máximo, por eso el llanero es conocido por levantarse muy temprano. Esta es una foto representativa de los llanos latinoamericanos.
REFERENCIAS
Barthes, Roland. La cámara lúcida. Ediciones Paidós Ibérica, S. A. Barcelona (2006).
SONTAG, Susan. Sobre la fotografía. Santillana Ediciones Generales, S. A. de C. V., México, D.F. (2006).
Entrevista realizada a Leonor Basalo (Maracay, 11 de julio del 2015):
1) ¿A qué se refieren los docentes de fotografía cuando hablan de “educar el ojo”? ¿En qué consiste ese aprender a ver?
Leonor Basalo: Consiste en estimular la reflexión, el análisis, la interpretación y contextualización de la idea que tiene el fotógrafo en su pensamiento, y esto interconectarlo con la realidad. Aprender a ver requiere que el fotógrafo conceptualice y haga la puesta en escena.
2) ¿Considera que la fotografía por sí sola cuenta una historia?
- L.B.: Sí, claro. Tenemos la intencionalidad con la que hacemos una imagen, el fin es expresar la idea, más que contar una historia queremos dar información acerca de la interpretación del fotógrafo. Hay mucha información contenida en una imagen y esto trasciende a una época determinada.
3) Susan Sontag, en su libro Sobre la fotografía, nos dice: “El empeño fotográfico es darnos la impresión de que podemos contener el mundo entero en la cabeza, como una antología de imágenes. Coleccionar fotografías es coleccionar el mundo” (p. 16). En relación con las palabras de Sontag, háblenos acerca de las fotografías que colecciona Leonor Basalo.
- L.B.: La colección va más allá de lo físico, hoy día en una era mediática no podemos hablar nada más de una colección de álbum familiar, colección de galería o museo, la colección de obra de artista, porque ahora también hay que incluir los álbumes digitales, es decir, las fotografías almacenadas en las PC’s sin ningún criterio ni orden, a esto se le suma que no tengan ningún tipo de respaldo. Particularmente, me interesa lo mediático, en las agencias de noticias internacionales y periódicos, incluyendo el rastreo de la imagen, cómo se mantienen y desarrollan matrices de opinión. Nos encontramos con un almacenamiento mundial y local, que aún no saben cómo clasificar. Estamos en un momento donde la gente produce demasiadas fotografías sin almacenamiento con objetivos claros, esto tiene que ver con las edades, cultura, país de origen y la generación a la que se pertenece, no es más que crear imagen y hacer el clic por impulso o modelos de reproducciones visuales que se establecen para la sociedad. La colección va creciendo, porque ahora se pueden poseer imágenes de tus películas favoritas o de publicidades, porque esto forma parte de una colección personal. Eso era a lo que se refería Susan Sontag, ya en 1975 (cuando publicó libro Sobre la fotografía) se adelantaba a plantearlo, ella recreó “La aldea global”, una teoría que en principio fue planteada por Marshall McLuhan.
4) Tienes más de 30 años involucrada en la fotografía, después de todo lo que has visto y vivido ¿con cuál imagen te quedarías y por qué?
- L.B.: No me quedaría con una sola imagen, porque todavía hay muchas cosas por decir e interpretar, hay mucho por estudiar en ámbito de la fotografía. Entonces, eso indica que aún nos queda mucho por ver, también hay mucho por investigar en el aérea de la fotografía.
5) Como fundadora de Fotógrafos D76 ¿Cuáles han sido las satisfacciones más gratas que ha vivido junto a Fotógrafos D76?
- L.B.: Partiendo de Fotógrafos D76 como forma organizativa como colectivo, pero nos encontramos bajo la figura legal de fundación, esto ha permitido y generado todo un proceso de aprendizaje continuo, porque es un ejercicio que enseña valores como: tolerancia, respeto y lealtad. Aquí se integran diversas carreras profesionales, estamos juntos porque nos mueve un mismo interés, que es la imagen y la vocación por la fotografía. Compartimos diferentes generaciones en un mismo espacio, nos movemos y trabajamos en sincronía por el logro de una meta. El día a día comprueba que somos un colectivo multidisciplinario.
6) ¿Dónde visualiza a la Fundación Fotógrafos D76 a futuro?
- L.B.: Considero que mi visión sería un enfoque individual y esa no es la idea. Esta fundación va a lograr sueños, metas, proyectos por un interés colectivo. Yo no estoy sola, Fotógrafos D76 está unido como una familia que debe seguir creciendo y transformándose según los retos que se van presentando. Lo que realmente importa del futuro es que cada integrante se sienta fortalecido, que cada quien haya crecido en torno a su obra y en su conocimiento de la imagen, tiene que haber satisfacción por los logros obtenidos. En lo personal, pienso que Fotógrafos D76 no me pertenece, porque es de todos los formamos parte de este proyecto.
